domingo, 1 de enero de 2012

La cocina tracional de Arquillos

La cocina tradicional de Arquillos ha sabido hacer propias las peculiaridades de los guisos de la comarca. De este modo, la torta galianera de los pastores cocida en el caldo de unas piezas de caza da lugar aquí a las denominadas gachas tortas. También comparte con otros pueblos de Jaén el popular  ajoharina, plato antiguo del comer diario que bien pudiera tener reminiscencias de las pultes romanas y de la sajina andalusí, a las que, venida de América, se le unió la patata.
Por otro lado, de curioso nombre y suculento sabor es el guiso que los arquilleros denominan lechepájaro, en el que las viandas que proporciona el cerdo entran en suprema conjunción con la sartén. Plato con influencias manchegas que se prepara con ajos, chorizos y tocino que se fríen juntos, a los que se le agrega una poca de harina y se acaba de freír. Luego se le agregará pimiento molido y unos tostones de pan.
No menos sabroso es el tipo de salmorejo con cominos que se hace en esta tierra y que recibe el sonoro nombre de atascaburros, o el tradicional ajillo bacalao de los días de vigilia, o la perdiz escabechada.
Entre los dulces de la cocina de Arquillos son muy conocidos los pericones, comercializados como pericones de San Antón, hechos de la misma masa que los roscos de baño blanco, herencia culinaria ésta que dejaron los moriscos por muchos lugares de Jaén. Delicioso postre son también los llamados huevos moles, que no son otra cosa que las claras de los huevos batidas y vueltas a batir con un almíbar de azúcar blanca.

En próxmias entradas pretendemos ampliar ésta con cada una de las recetas mencionas, por lo que necesitamos vuestra colaboración.

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